Katherine López
Psicóloga Sanitaria M-35493
M-35493
Siendo adolescente empecé a tener mucha curiosidad sobre “cómo funciona nuestra cabecita”, “qué nos lleva a actuar de una manera u otra”, “por qué a veces tenemos miedos a los que no sabemos cómo enfrentarnos”, o “por qué son tan importantes para nosotros algunas relaciones”… Esto hizo que cuando llegó el momento de elegir ¿qué voy a estudiar en la uni? Hiciese click en Grado en Psicología, y he de decir que a día de hoy estoy muy contenta con esa elección de mi yo del pasado. Durante el grado vi en el ámbito sanitario mi vocación, lo que me llevo a especializarme en el ámbito de la sexualidad y las relaciones interpersonales. Actualmente, me sigo formando, para así estar al día y así poder dar una atención de calidad a las personitas que confían en mi como profesional.
Además, desde que empecé mi carrera profesional como psicóloga sanitaria, hace ya 5 años, cada día estoy más contenta y agradecida, ya que este camino me ha permitido tener una visión mucho más objetiva de mi día a día, así como los medios necesarios para poder transmitir esta objetividad a quienes inician el proceso terapéutirco conmigo.
Mi Formación
Graduada en Psicología
Universidad Autónoma de Madrid
Máster en Psicología General Sanitaria
Universidad Alfonso X El Sabio
Experto en terapia sexual y de pareja
Universidad Autónoma de Madrid
Experto en Mindfulness para la Intervención Clinica y Social
Colegio Oficial de la Psicología de Madrid
Técnico en violencia de género
Universidad Antonio de Nebrija
Formación en duelo complicado
Formación en ruptura traumática
Formación en dependencia emocional
¿Cómo trabajo?
Para mi el proceso terapéutico es un trabajo en equipo, donde la empatía, la calidez, la ausencia de juicios, el respeto y el compromiso, son fundamentales. Ya que lo más importante de todo es que te sientas a gusto y segurx en este proceso.
Recueda es TU proceso, es por y para ti.
El modelo sobre el que trabajo es el cognitivo – conductual desde una perspectiva integradora, por lo que divido el proceso terapéutico en tres fases, dónde cada uno tenemos nuestro papel, y dónde cada herramienta que utilicemos estará ajustada a tus necesidades y al momento terapéutico en el que nos encontremos.
Evaluación: consiste en recoger información, tanto a nivel general como a nivel especifico, para así poder enmarcar lo que sucede y así poder identificar y entender qué es lo que está causando y manteniendo el malestar.
Intervención: en esta fase es donde nos pondremos manos a la obra, poniendo en marcha un plan de acción sobre dicho malestar. Es la parte más dinámica de la terapia, donde el feedback, las pautas y el trabajo en equipo son esenciales para poder ir aprendiendo e integrando las nuevas estrategias en nuestro día a día.
Seguimiento: es la recta final del proceso, ya que empezaremos a espaciar las sesiones de manera progresiva con el fin de ir viendo que todos los cambios y esa sensación de bienestar que los acompaña se van manteniendo estables a lo largo del tiempo, llegando así la última sesión.